Autor: MARTA ARRIAGADA E.
Gaspar Rivas y su TOC: “He vivido con verguenza sobre todo siendo político”
El diputado PDG cuenta que la diputada María Luisa Cordero lo ha apoyado desde su condición de siquiatra No es inhabilitante” Mauricio Vergara, siquiatra del Hospital Clínico de la Fuerza Aérea, explica cuál es la diferencia entre el síndrome de Tourette y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). “El síndrome de Tourette es una enfermedad que aparece generalmente en la infancia y está asociada con los tics. Son tics acompañados de vocalizaciones. Estos tics, por lo general, pueden ir acompañados de gruñidos o incluso de garabatos mientras se está conversando. No es inhabilitante para ejercer cargos o profesiones, aunque como es un tic vocalizado, sí puede parecer inadecuado”, plantea Vergara. Respecto al TOC, el siquiatra comenta que este trastorno está más asociado a la ansiedad, más que a la parte motora como es el caso del síndrome de Tourette. “Las personas que cuentan con TOC tienen pensamientos que a veces son de contenido absurdo, pero aún así no pueden dejar de pensarlo. Reconocen lo poco probable que puede ser que hayan dejado la casa sin llaves, por ejemplo, pero se aferran a esta angustia o a esta duda de manera compulsiva. De tal forma, que esa ansiedad se manifiesta a través de un comportamiento compulsivo, por ejemplo, como dar vueltas alrededor de donde se encuentre en ese momento”, agrega.
“Tengo alcohol y crema en mi escritorio para la ropa o para cuando alguien me toca el respaldo de la silla”, cuenta. ¡ hay algo que le genera angustia al diputado Gaspar Rivas (PDG) es no poder lavarse las manos luego de un apretón, de un saludo protocolar, tan común para un político que pasa de lunes a jueves en el Congreso.
Y no es algo que se le haya desatado luego de la pandemia del Covid. "Desde que tengo 18 años que tengo que lavarme las manos unas cien veces al día”, menciona sobre este impulso que es más que un ritual, tanto así que no es raro verle cortes de más o menos un centímetro en las puntas de sus dedos, como si el exceso de agua le debilitara la piel al punto de romperse con un simple roce. La situación es parte de un trastorno que le diagnosticaron a los 25 años: TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) que lo lleva a comportamientos repetitivos para calmar la angustia.
Asus 44 años, Rivas reveló su diagnóstico porque cree que es momento de retomar el tratamiento sicológico que abandonó hace un tiempo y lo hará por su trabajo, por el episodio que se conoció esta semana donde garabateó a dos de sus compañeros del Congreso. Dice que si pudiera devolver el tiempo, evitaría actuar así. "Esto (lavado de manos) empezó a afectarme mi calidad de vida.
A los 25 años, después de varias consultas a sicólogos llegué a una siquiatra y en menos de "Desde que tengo 18 años que tengo que lavarme las manos unas cien veces al día”, menciona el parlamentario. 20 minutos me dijo esto es TOC. Si estoy equivocada me muero”, recuerda Rivas y afirma que llevar esto no ha sido fácil. "He vivido con sobre todo siendo político.
Es triste darle la mano a alguien y que se dé cuenta de que tengo que ir a lavármelas inmediatamente”, afirma el diputado y reflexiona: “El obsesivo compulsivo se averguenza de sus obsesiones, porque la gente no las entiende. Este está loco, dicen. Una vez mi abuelo materno me comentó que tenía un primo que masticaba la sopa.
Yo me reía”. La mamá de Rivas, murió luego de un año de tratamiento de cáncer y eso también generó una angustia en Rivas. "Cada vez que tengo algún problema de salud que no sé de qué se trata la obsesión me lleva a pensar en cáncer. La idea se me queda metida en la cabeza y me genera angustia y sufrimiento”, cuenta el parlamentario. Una de las características del diputado Rivas es que en su asiento del Congreso instala todos los días un cartel que dice: “Por favor, no sentarse. Gracias” y es que en los momentos más distendidos del hemiciclo los diputados se cambian de puestos para copuchar. "Me genera una grieta en la siquis cuando veo a alguien sentado ahí. Tengo que decirles que por favor se levanten.
Tengo alcohol y crema en mi escritorio para la ropa o para cuando alguien me toca el respaldo de la silla”, cuenta el parlamentario, que desde que fue diagnosticado a pasado por cinco siquiatras. - ¿ Su TOC lo hace sentirse afligido aún? -A veces en los peores momentos la carne de la punta de los dedos se me humedece y se rompe. Como uso mucho la toalla, para secarme, la empapo y la estrujo. Al estrujarla hago un movimiento de torsión y se me enganchan las heridas de las yemas y se me han rajado. Tengo que aprender a convivir con esta enfermedad y entender cuáles son sus limitaciones.
El problema es que además de provocar angustia afecta la relación con los demás seres humanos. - ¿ Que tipo de fármacos toma y para qué son? -Antidepresivos, porque el TOC normalmente trae asociada una depresión en el paciente, porque como afecta a la calidad de vida, la persona se deprime. Principalmente se usan porque se descubrió que elevan los niveles de serotonina en la corteza cerebral que ayudan a que la persona se estabilice. Un siquiatra me preguntó una vez si me daban ganas de comer chocolates y le dije que sí.
Me explicó que cuando el cerebro nota que bajan los niveles de serotonina te avisa y, como el cuerpo sabe que el chocolate sube los niveles de serotonina, te dan ganas de comer. -La diputada María Luisa Cordero lo ha ayudado... -Ella, en el Congreso, me dijo que me veía pasar siempre hacia el baño. Le comenté que tenía TOC. Me ofreció conversar y le comenté que llevaba años tomando Venlafaxina. La doctora me cambió el medicamento y me recetó Escitalopram, una vez al día.
Primero me dio 15 milígramos y después del episodio (del garabateo a sus colegas) me subió la dosis a 20. - ¿ Ella le habló de un posible síndrome de Tourette? -Al día siguiente del episodio (de los garabatos) me dijo: Gaspar estoy preocupada por ti, porque esto de echar groserías no es primera vez. Creo que tienes asociado al TOC un síndrome de Tourette. - ¿ Y qué hará con ese diagnóstico preliminar? - Quedamos de analizarlo.
Me dijo que volviéramos a conversar y a lo mejor me deriva con alguna colega para ver la categoría del Tourette, porque tampoco soy de esas personas que van caminando por la calle y echan una chuchería de la nada.