Déficit fiscal
SEn Chile, el déficit fiscal se ha vuelto lanorma: en I5delos últimos el Estado ha gastado más de lo querecauda. Esta conducta, quetrasciendea gobiernos específicos, refleja un problema estructural de gestión del gasto público. La deuda pública ya bordea el 42% del PIB, acercándose peligrosamente al umbral del 45% definido como prudente por el Consejo Fiscal Autónomo. Solo este año, pagaremos US$4.000 millones en intereses, monto equivalente ala construcción de 14 hospitales.
Sino se contiene el endeudamiento a través del control del gasto, inevitablemente seterminará ajustando por la vía del retraso en proyectos de inversión pública, afectando la calidad de vida de los ciudadanos e impactando el empleo, yaque muchas empresas dependen de estas obras para sostener su actividad. La solución es clara: mejorar la eficiencia del Estado y contener el gasto. Parael sector privado, laeficiencia noes una opción, es una necesidad, y lo mismo debería aplicarse al Estado. La consolidación fiscal no es una palabratécnica: es una señal de seriedad, de sabilidad con el futuro, y de respeto por quienes sostienen la economía con su trabajo, innovación y emprendimiento. El gasto público al servicio del desarrollo, no del endeudamiento. Chile no puede permitirse cruzar el punto de no retorno fiscal. Hoy tenemosla oportunidad de actuar. Mañana, quizás, solo nas quede lamentar no haberlo hecho a tiempo. Fernando García L