COLUMNAS DE OPINIÓN: Los traficantes del odio
COLUMNAS DE OPINIÓN: Los traficantes del odio L os asuntos complejos hay que dividirlos en tantas partes como sea posible. Así lo remendaba Descartes en su método, tan importante para las ciencias. Y es que la complejidad abruma. Es una madeja enmarañada de la cual no sabemos qué hilo jalar, reproduciendo el enredo como confusión mental. La estrategia de simplificación es efectiva. Indicación de ello es que la asumimos inconscientemente al enfrentar la realidad. Lo muestran los sistemas 1 y 2 de Tversky y Kahneman. Mientras el segundo exige esfuerzo reflexivo, el primero se remonta a atajos cognitivos con los que procesamos rápidamente información. Con conceptos técnicos, son heurísticas; o, si prefiere, algoritmos mentales cuya activación nos permite hacer sentido del mundo y articular respuestas automáticas a su complejidad que se sienten como correctas. Este tipo de procesamiento automático de información se encuentra también en nuestra mente moral. Una heurística en su base es la división entre víctimas y villanos, una representación en blanco y negro del mundo moral. Y a cada categoría asociamos ciertas características. Como muestra Kurt Gray (Outraged, 2025), vemos a las víctimas como menos responsables de sus acciones, y a los villanos como menos sensibles al dolor y sufrimiento. Esta heurística moral simplifica y nos hace sentirnos mejor: castigar a las víctimas está mal y el sufrimiento de los villanos es aceptable. Por supuesto, tiene bases evolutivas, pero la evolución es explicativa, no justificativa. Lo vemos en las discusiones en Chile y el mundo. Considere los parlamentarios socialistas que, en un súbito arranque nacionalista rayano en xenofobia, denigran, ridiculizan, etc. a los inmigrantes, buscando la aprobación ciudadana para quitarles el voto.
Pero con un bonus track horripilante (en sentido literal): están utilizando conscientemente una estrategia para despertar y fortalecer en la población esta visión del mundo y así favorecer sus intereses políticos de modo oportunista (según la RAE "oportunismo" es una "actitud que aprovecha las circunstancias para obtener beneficio propio, prescindiendo de los propios principios y convicciones"). Recurriendo a caricaturas, falsedades y encasillamientos, buscan generar y fortalecer divisiones entre chilenos víctimas, y extranjeros villanos, irrespetuosos y criminales. La estrategia es conocida. Los populismos de derecha, o las llamadas derechas extremas, son expertos en ella para despertar animosidad y odio. Que ahora la utilicen parlamentarios de izquierda es lamentable, y les debería hacer pensar si están en el partido correcto. Pero no olvide que es una simplificación del mundo moral. Que la división a la que nos invita Descartes es un trabajo intelectual. Y que nuestro sistema 2 nos permite reflexionar con los muchos grises de la existencia. Es trabajoso. Cierto. Pero necesario para no dejarse seducir por los traficantes del odio. Los traficantes del odio Daniel Loewe Facultad de Artes Liberales, Universidad Adolfo Ibáñez "En un súbito arranque nacionalista rayano en xenofobia, parlamentarios socialistas denigran a los inmigrantes"..