Autor: Por Paula Escobar Chavarría
De “celebraciones” y silencios
De “celebraciones” y silencios n nuevo 11 deseptiembre y la Juventud del Partido el Republicano “celebró” Golpe. “Como Juventud Republicana celebramos el actuar de las Fuerzas Armadas y de Seguridad Pública el 11 de septiembre de 1973, asegura en un video Vicente Martínez, presidente de la Juventud Republicana y candidato a concejal.
Rodeado de otros jóvenes candidatos de su partido, llamó a “mirar y comprender la historia política de nuestro país sin complejos, para poder prepararnos para el futuro”. Su “celebración sin complejos” causó gran rechazo en la izquierda y en la centroizquierda. Pero debió haberlo causado en todos los sectores, la derecha y la centroderecha también. Primero, por ser una declaración tan provocadora como carente del más mínimo respeto y empatía para quienes perdieron a sus seres queridos, asesinados o desaparecidos, así como hacia quienes fueron torturados y exiliados. Segundo, por razones políticas: es una declaración que expresa escasa o nula adhesión alos valores democráticos. Un gran contraste con el liderazgo más importante de la derecha y centroderecha en 50 años: Sebastián Piñera. Fue opositor a la dictadura, votó que No en el plebiscito, condenó las violaciones a los DD.HH. Cuando fue presidente hizo para los 40 años la reflexión más significativa, desde la derecha, hablando de la responsabilidad de los civiles -cómplices pasivos los llamó-, de los horrores de la dictadura. Elaño pasado, para los 50 años del Golpe, fue un momento de involución para parte de la derecha. Carlos Peña lo dijo: “La derecha se ha mostrado comoes: aferrada asutrauma de la UP e incapaz de desprenderse de la di: dura”, afirmó.
El expresidente Piñera, sin embargo, fue el único, de toda la derecha, que firmó, junto a los expresidentes de la República el documento “Compromiso por la democracia siempre”. En él, los presidentes Frei, Lagos, Bachelet, Piñera y Boric llamaron a “cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución, las leyes y el Estado de Derecho”. “Queremos preservar y proteger esos principios civilizatorios delas amenazas autoritarias, de la intolerancia y del menosprecio por la opinión del otro”. Secomprometieron a “enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia, nunca con menos”. Un año después, la Juventud del P.
Republicano, una generación nacida y criada en la democracia que tanto costó recuperar, muestra en este video su desprecio a la democra-cia -como lo es celebrar un Golpe de Estado, con el agravante de quelo hacen sabiendo lo que pasó en el Golpe y los 17 años de dictadura.
Los dichos denuestan, además, al rival político, a quien ven como enemigo que no tiene espacio, y utilizan esa hostilidad y exclusión para hacer campaña: "El 26 y 27 deoctubre (día de las elecciones regionales y municipales) tenemos la opción de reemplazarlos. Queremos un solo Chile, grande y libre, con progreso y justicia. No más Allende, no más (Michelle) Bachelet, no más (Gabriel) Boric”, concluyen. El Partido Republicano insiste en que no son de ultra o extrema derecha, que esas son caricaturas de los “zurdos”, siguiendo la retórica de su ídolo Javier Milei. Sostienen que, aunquesesacan fotos y van alas mismas conferencias con Viktor Orban, Donald Trump o Jair Bolsonaro, ellos son diferentes e “institucionales”, y que adhieren plenamentea la democracia y sus valores. Pero como dicen los politólogos, las autodefiniciones no son rele-vantes aquí. En el caso de la ultraderecha global y regional, a pesar de sus diferencias, una de sus similitudes es justamente la escasa adhesión a la democracia.
Asílo establece el profesor Cristóbal Rovira, de la PUC, experto en la materia: “Las fuerzas de ultraderecha, por lo general, se oponen a elementos clave del re gimen democra tico liberal, tales como los derechos de las minori as y una judicatura independiente, promoviendo ideas y comportamientos iliberales que pueden fomentar una transformacio n gradual hacia el autoritarismo competitivo” (Mudde y Rovira). Y los resultados de un estudio reciente de Rovira y otros académicos reflejan una tendencia clara en Brasil, Chile y Argentina: “Quienes apoyan a la ultraderecha muestran menores niveles de apoyo a la democracia y mayor apoyo a un re gimen autoritario o indiferencia frente ala democracia”. Las declaraciones dela Juventud del P. Republicano expresan este rasgo antidemocrático con total claridad.
Y han sido respaldadas plenamente por su partido y por el jefe de bancada de la UDI Tras la muerte de Sebastián Piñera, ¿quién va a sacar esa voz defendiendo ese proyecto político suyo de una derecha democrática, lejos delos vínculos con la dictadura, que debe mostrar su diferencia del proyecto dela ultraderecha? ¿ Qué hará Chile Vamos, especialmente el piñerismo? Si con tanta fuerza -y razónhan sacado al pizarrón a quienes defienden a un dictador como Maduro, ¿por qué callan frente a quienes celebran el Golpe y la horrorosa dictadura que ocurrió en su propio país? ¿ Noesel silencio una forma de complicidad?.