Autor: SAMANTHA PEARSON y COLLIN EATON The Wall Street Journal
Por qué las empresas petroleras están invirtiendo en grande en Sudamérica
Por qué las empresas petroleras están invirtiendo en grande en Sudamérica CONTENIDO LICENCIADO POR THE WALL STREET JOURNAL SAO PAULO. Los yacimientos petrolíferos sudamericanos están en auge.
Se pronostica que Brasil, Guyana y Argentina van a impulsar más del 80% del crecimiento de la producción mundial de petróleo fuera del bloque de la OPEP durante los próximos cinco años, compensando las pérdidas en donde los principales productores están involucrados en un conflicto. Petrobras de Brasil planea invertir US$ 111 mil millones para 2029 en proyectos que incluyen descubrimientos costa afuera cerca de la desembocadura del río Amazonas. La producción de petróleo de Argentina está en su nivel más alto en dos décadas. Guyana está a punto de convertirse en el mayor productor per cápita del mundo, y Surinam, un país cubierto de selva, es una de las perspectivas petroleras costa afuera más atractivas de la industria. La prosperidad petrolera de Sudamérica se produce en un momento en que las tensiones geopolíticas provocan fuertes fluctuaciones en los mercados petroleros. Israel libró una guerra de 12 días en junio contra Irán, que alberga la cuarta mayor riqueza de crudo del mundo. Las sanciones occidentales contra Rusia, desde que invadió Ucrania en 2022, han interrumpido las exportaciones del hidrocarburo y detenido las inversiones en la región. Las empresas de petróleo estadounidenses están moviendo las inversiones hacia el sur. Exxon y Chevron han entrado en la cuenca de Foz do Amazonas; parte del Margen Ecuatorial, la frontera costa afuera más prometedora de Brasil. El auge del esquisto hizo de EE.UU. el principal productor de petróleo del mundo en los últimos años, por delante de Arabia Saudita y Rusia.
Pero puesto que muchas de las cuencas de esquisto más ricas, desde el oeste de Texas hasta Dakota del Norte, están madurando y la calidad de los sitios de perforación restantes está disminuyendo, las empresas están desviando miles de millones de dólares hacia las riquezas costa afuera de Sudamérica. Es el comienzo de un “retorno a geologías más clásicas”, manifestó Ben Hoff, jefe global de investigación de materias primas de Société Générale. “Eso es una parte mucho mayor de una historia sudamericana”. Los barriles de petróleo sudEFE americanos son menos caros de producir y generan emisiones más bajas que el promedio mundial. El crudo de Brasil por lo general contiene menos contaminantes, y los abundantes pozos del país significan que se necesita menos infraestructura para producir la misma cantidad de petróleo, dicen expertos. El auge petrolero de Sudamérica marca un cambio absoluto en relación a la década pasada. La producción de petróleo de Venezuela, que cuenta con las reservas de crudo más grandes del mundo, se vino abajo en 2017 cuando el líder autoritario Nicolás Maduro endureció el control de la industria. La producción de petróleo boliviana entró en una aguda caída en 2015, después de que las incautaciones de activos petroleros extranjeros por parte del gobierno en la década anterior ahuyentaran la inversión. Sin embargo, Brasil ha seguido estando abierto a la inversión extranjera durante décadas incluso cuando el liderazgo ha oscilado entre políticos de izquierda y de derecha. “Brasil lo entiende”, manifestó Mario Jorge da Silva, jefe de estrategia y planificación de Petrobras, la productora estatal de petróleo de Brasil y una de las compañías más grandes de América Latina.
“Vimos lo que sucedió en Venezuela, en Bolivia si hay alguna duda sobre regulación o cumplimiento de contratos, el capital no llega y sin capital no hay prosperidad”. H a c e a l g u n o s años, Exxon no encontró cantidades comercialmente viables de petróleo en aguas profundas frente a Brasil. Detuvo una campaña de perforación de miles de millones de dólares, aunque no descartó perseguir otros proyectos en el país. Durante rondas de licitación el mes pasado, en asociación con Petrobras, Exxon obtuvo participaciones en 10 bloques en la cuenca de Foz do Amazonas. “Incluso ven el potencial que hay ahí”, observó Schreiner Parker, jefe de mercados emergentes en Rystad Energy, una firma de investigación.
Brasil vendió los derechos a 19 bloques de petróleo y gas en el proceso de licitación después de años de luchar contra las preocupaciones medioambientales en el sitio de exploración a unas 300 millas de la desembocadura del río Amazonas.
E l P r e s i d e n t e Luiz Inácio Lula da Silva ha ofrecido un constante apoyo a la industria petrolera a pesar de sus esfuerzos por combatir el cambio climático, y ha sostenido que los ingresos del petróleo son necesarios para financiar la transición de Brasil hacia energías verdes. Los combustibles fósiles responden por más del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial y casi el 90% de todas las emisiones de dióxido de carbono, según Naciones Unidas.
Más hacia el noroeste a lo largo de la costa sudamericana, las cuencas costa afuera de Guyana han convertido al país de un poco más de 800 mil habitantes en una potencia petrolera, con reservas que se estiman en más de 11 mil millones de barriles de equivalente de petróleo.
La industria petrolera de Guyana, liderada durante mucho tiempo por Shell, perforó pozos secos costa afuera durante décadas antes de que Exxon y sus socios Hess y Cnooc de China hicieran una serie de grandes descubrimientos de este recurso a partir de 2015 que sorprendieron a la industria. “Guyana es una historia espectacular de un productor de petróleo emergente”, aseguró Francisco Monaldi, director del Programa de Energía Latinoamericano en el Instituto Baker de la Universidad Rice.
“Va a llegar a ser el mayor productor de crudo per cápita del mundo”. La producción del Bloque Stabroek una concesión costa afuera de alrededor de 2,64 millones de hectáreas ha aumentado a cerca de 650 mil barriles diarios, y se espera que la producción supere los 1,3 millones de barriles diarios para fines de 2027. Los costos de equilibrio son bajos se estiman en US$ 25 a US$ 35 por barril gracias a grandes depósitos de alta calidad en aguas relativamente poco profundas. Brent, el crudo de referencia mundial, hace poco se cotizó en cerca de US$ 68 el barril.
Sin embargo, los líderes de Guyana no han tenido ninguna experiencia en el manejo de una suerte inesperada como esa, lo que ha provocado cierta preocupación de que el país pueda verse tentado a ejercer un mayor control estatal a medida que crece la producción, explicó Monaldi. Si el gobierno mantiene sus términos actuales con Exxon, se espera que la producción casi se duplique durante los próximos 10 años, indicó. Surinam se está posicionando como el próximo mayor productor de petróleo de Sudamérica, luego de años de éxitos de exploración cerca de su frontera marítima con Guyana. Está atrayendo inversiones de empresas como TotalEnergies de Francia, APA Corp. con sede en Houston y Petronas de Malasia. Analistas de la industria de Rystad pronostican que la inversión en las fases iniciales de producción en Surinam podría alcanzar casi los US$ 9.500 millones para 2027. El sector petrolero de Argentina continúa expandiéndose, impulsado en gran medida por el yacimiento de esquisto Vaca Muerta. Desde 2014, la producción de crudo en Vaca Muerta ha aumentado 10 veces, llegando a más de 400 mil barriles diarios, estimulada hace poco por las políticas pro inversión del Presidente Javier Milei.
Artículo traducido del inglés por “El Mercurio”. PLANES Petrobras de Brasil planea invertir US$ 111 mil millones para 2029.. Brasil, Guyana y Argentina responden por una parte cada vez mayor de la producción mundial de petróleo. Exxon y Chevron han entrado en la cuenca de Foz do Amazonas: PLANES Petrobras de Brasil planea invertir US$ 111 mil millones para 2029. Petrobras de Brasil está invirtiendo decenas de miles de millones de dólares en la producción de petróleo.