Autor: MACARENA NAVARRETE
Columnas de Opinión: ADAPTARSE CON PROPÓSITO: EL GRAN DESAFÍO EMPRESARIAL DE HOY
Columnas de Opinión: ADAPTARSE CON PROPÓSITO: EL GRAN DESAFÍO EMPRESARIAL DE HOY En un entorno de transformación permanente, donde la incertidumbre ya no es la excepción sino la norma, las empresas enfrentan un reto que va más allá de su rubro, tamaño o historia: adaptarse con propósito. No basta con reaccionar al cambio; es necesario anticiparse, redefinir lo que significa tener éxito y construir modelos de negocio capaces de evolucionar en forma constante.
Los resultados del estudio Desafíos Empresariales 2025, elaborado por EY a partir de las respuestas de más de 1.700 ejecutivos en América Latina más de 400 de ellos en Chile, reflejan con claridad esta urgencia de adaptación estratégica. En nuestro país, el escenario económico local, la incertidumbre política y los cambios en los comportamientos de los consumidores son vistos como los principales desafíos del entorno. A nivel interno, los focos se concentran en mejorar la productividad, transformar los modelos de negocio, acelerar la digitalización y responder a mayores exigencias en materia regulatoria y de sostenibilidad. En este mapa de prioridades, hay un elemento transversal que destaca con fuerza: la tecnología. La inteligencia artificial, la analítica avanzada y la automatización se consolidan como herramientas clave no solo para ganar eficiencia, sino también para generar nuevas capacidades organizacionales. Cuatro de las seis principales tendencias identificadas por los ejecutivos chilenos están directamente vinculadas con la tecnología, y la productividad impulsada por esta aparece como la más relevante de todas. Pero transformar tecnológicamente una empresa no es, en sí mismo, un fin. La verdadera transformación ocurre cuando esta se conecta con una cultura organizacional abierta al cambio, con talento preparado y con una estrategia de negocio clara. De hecho, temas como la atracción y el desarrollo de talento, la cultura digital, el liderazgo y el bienestar de los colaboradores aparecen cada vez más entre las preocupaciones centrales de las organizaciones. No es casualidad: las personas siguen siendo el motor de cualquier transformación exitosa. En EY creemos que la competitividad del futuro dependerá, en gran medida, de la capacidad de las empresas para alinear estos distintos frentes: tecnología, talento, eficiencia, sostenibilidad y propósito. No se trata solo de adaptarse para sobrevivir, sino de hacerlo con una visión clara del impacto que queremos tener en la economía y la sociedad. Porque, al final del día, los desafíos no van a desaparecer.
Lo que puede cambiar y está cambiando es la forma en que los enfrentamos: con mayor agilidad, mayor colaboración y una conciencia más profunda del rol que nos corresponde en un mundo en constante evolución.. Análisis