Autor: DRA. CLAUDIA TRONCOSO
Columnas de Opinión: Alimentación y género: ¿Quién prepara el asado?
Columnas de Opinión: Alimentación y género: ¿ Quién prepara el asado? El género de una persona direcciona desde la manera en que se consumen los alimentos hasta la forma en que nos relacionamos con la comida.
A partir de un enfoque social, el género desde una comprensión binaria, se refiere a los roles, comportamientos, expectativas y normas, en este caso alimentarias, que una cultura asigna a las personas según si son consideradas hombres o mujeres. La alimentación ha marcado la historia de la humanidad. Diversas culturas han estereotipado a las mujeres en la representación de trascender en los cuidados domésticos, como entre otros, el ser las responsables en la selección, elaboración y consumo de preparaciones culinarias.
Para Gracia & Menasche (2024), la alimentación refleja y moldea los roles de género, ya que el cocinar, entre otras labores asociadas a la alimentación en los domicilios, puede reforzar desigualdades o renegociar identidades de género.
La construcción de género se puede potenciar a partir del interés personal o familiar del acto de cocinar, el que se debe comprender no sólo como el preparar alimentos: está cargado de significados emocionales, simbólicos o de estilos de vida, así como de resistencia y expresiones socioculturales: ¿ Quién prepara el asado? Esta es una elaboración culinaria tradicional que refuerza la idea de lo masculino: hombres, aunque no cocinen en otros contextos, son los encargados de realizar el “asado” ¿ Tiene sentido de género? No, es un rol heredado o aprendido, ya que la capacidad de prender el fuego, condimentar alimentos o compartir en espacios sociales, dependen de habilidades humanas que pueden desarrollar todas las personas.
Investigadores del Departamento de Salud Pública de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, han profundizado en el Nutricionista, académica del Departamento de Salud Pública UCSC área de alimentación y género a través del proyecto INGE220011.
Como resultados preliminares, un grupo relevante de estudiantes universitarios, especialmente mujeres, mantienen un patrón conductual y cultural de identidad de género, en donde las mujeres se ocupan de la alimentación doméstica: abuelas en el caso de las estudiantes mujeres y madres para los participantes varones; otra parte del estudiantado, en cambio, viven o reconocen, en ocasiones sin llevar a la práctica, la necesidad de nuevas formas de repartir esas tareas de manera más igualitaria en la casa, incluyendo, el preparar asados. El cocinar no tiene género, sólo historias..