Autor: Por Nicolás Sturtz Fuente: Infobae
La historia del polígrafo: el detector de mentiras que nunca pudo probar la verdad
La historia del polígrafo: el detector de mentiras que nunca pudo probar la verdad E publicación de The Lie Detector Test, donde relató su experiencia con el aparato desde 1915.
Nunca fue aceptado como padre oficial del poligrafo ni ingreso al FBI como especialista, aunque logro fama mundial en 1941 como creador de Wonder Woman: la heroina portaba el "lazo de Hestia", inspirado en su invención. su tesis sobre la relación entre presión arterial e insinceridad. convencido de que era posible elaborar una técnica de interro gatorio basada en parámetros objetivos. Sin embargo, al finalizar su trabajo en 1921, no pudo demostrar la validez cientifica de su método. Tampoco logró que los tribunales estadounidenses 1 polígrafo, conocido popularmente como detector de mentiras, nunca logró validación cientifica como herramienta capaz de detectar el engaño. Su trayectoria involucra a investigadores, fuerzas del orden y jueces que, durante décadas, alimentaron un debate persistente sobre la efectividad del dispositivo, su legitimidad en procesos judiciales y su lugar en la cultura popular.
La historia del poligrafo se origina en experimentos de fines del siglo XIX en la Universidad de Harvard, donde el psicólogo germanoestadounidense Hugo Munsterberg comenzó a utilizar mediciones fisiológicas para vincular las reacciones físicas con la veracidad de los testimonios. Münsterberg sostenía que la mentira dejaba un rastro fisico identificable, pero los avances científicos posteriores demostraron que no existe un patrón fisiológico único asociado al engaño. Las reacciones pueden reflejar estrés, miedo o cualquier emoción intensa, no necesariamente mentir. Inspirado por aquellos estudios, William Moulton Marston, doctor en Psicologia y graduado en Derecho en Harvard, elaboro taban como infalible. Se comercializaron versiones domésticas del aparato y Marston participo activamente en su promocion. Sin embargo, el polígrafo solo registraba variaciones fisiológicas (como presión arterial, sudoración y ritmo cardíaco) que podian asociarse tanto a la insinceridad como a situaciones de miedo, ansiedad o incomodidad. Durante los años 30, Leonarde Keeler perfeccionó y patento un modelo portátil empleando la técnica de la Relevant/Irrelevant Technique (RIT), y extendió su uso al ámbito empresarial. Keoler fue severamente criticado por John Larson, cocreador del dispositivo, quien denunció la falta de rigor y la manipulación ocasional de los resultados. Larson, decepcionado por el rumbo tomado por el invento, lamentó haber contribuido a su desarrollo.
Marston, por su parte, bus có reconocimiento mediante la aceptaran sus conclusiones: en 1922, cuando intento aplicar su técnica al caso judicial de James Alphonse Frye, el tribunal rechazó su testimonio ya que evaluaba que invadia una función exclusiva del jurado. Tres años después, la Corte Suprema ratificó esa decision, y el uso del registro fisiológico del engaño quedó excluido como prueba, tal como relato National Geographic. La BBC señala que esto temprano rechazo judicial marcó el rumbo de la herramienta, y que la falta de una base empirica sólida impidió su consagración como evidencia en numerosos paises. A pesar del revés en los tribunales, el desarrollo del polígrafo siguió avanzando en la policía cientifica de Estados Unidos, impulsado por figuras como August Vollmer.
La máquina gano fama bajo el apodo de "detector de mentiras", gracias a la prensa y a campañas que la presenDebate sobre la fiabilidad y el legado cultural El impacto cultural del pollgrafo fue profundo, tanto en la cultura popular como en los procedimientos policiales. Sin embargo, sus fundamentos siempre estuvieron en entredicho.
Según National Geographic, los defensores más acerrimos aseguran que ol aparato tiene una tasa de acierto superior al 90%, aunque la American Psychological Association, Scientific American y la BBC, afirman que su fiabilidad real oscila entre ol 64% y el 85%, sin pruebas de que la mentira produzca un registro fisiológico propio. Aún concediendo una efectividad del 75%, en un grupo de 1.000 acusados podrían producirse hasta 180 resultados erroneos, lo que representa un riesgo inaceptable en materia judicial. Por este motivo, múltiples sistemas judiciales en el mundo restringieron o rechazaron el uso del polígrafo como evidencia. Larson alertó sobre los peligros de su empleo indiscriminado y expreso arrepentimiento por su participación en el desarrollo del sistema.
El debate sobre su fiabilidad y las implicancias sobre los derechos fundamentales siguen vigentes mientras la investigación cientifica actual prioriza métodos más precisos para evaluar la credibilidad Hoy, tras décadas de polémica, la comunidad científica ha desistido de encontrar en el polígrafo una respuesta definitiva sobre la verdad o la mentira. En su legado queda la advertencia sobre los limites insalvables de la tecnología frente a la complejidad humana.
Sin respaldo científico solido, a pesar de su fuerte impronta cultural y con serias objeciones éticas y legales, el polígrafo es recordado como una herramienta controvertida cuya historia refleja la tensión permanente entre justicia, ciencia y tecnologia.. Nacido como promesa de objetividad en la justicia y la investigación policial, jamás alcanzó validación científica confiable y hoy es recordado como un ejemplo de los límites de la tecnología en la búsqueda de la verdad. El polígrafo nunca logró validación científica como detector de mentiras, pese a su popularidad en la cultura y la justicia. Su historia revela los limites de la tecnologia para determinar la verdad y las controversias éticas y legales que genero. La falta de fiabilidad llevó a que muchos sisternas judiciales restringieran o prohibieran el uso del polígrafo como prueba