Autor: Vittorio Ghiglino Bianchi Exseremi de Transportes y Telecomunicaciones de Atacama
Columnas de Opinión: No digan que no avisamos
Columnas de Opinión: No digan que no avisamos a cuenta regresiva para que 121 buses eléctricos desembar1quen en Copiapo ya está en marcha.
Autoridades y redes sociales celebran fotos del embarque en Shanghái, del buque que navega rumbo a San Antonio y de los flamantes vehículos que, según el Plan Modernizador del Transporte Público, harán de la nuestra la primera ciudad de Sudamérica con un sistema 100% eléctrico. Quien más que yo que junto al equipo de la Seremitt diseñamos este proyecto lo celebró.
Pero mientras el gobierno se multiplica en Instagram y TikTok intentado dejar "algún legado" nadie parece inquietarse por una verdad incómoda: Coplapó sigue sin contar con una Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) capaz de coordinar semáforos, gestionar la prioridad de los buses y mitigar los cuellos de botella que ya sufrimos a diario.
Una UOCT no es un lujo; es el "cerebro" de un sistema que regula en tiempo real la red semáforos, envia alertas ante fallas, ajusta ciclos según la congestión y, sobre todo, da preferencia al transporte públicosin sacrificar la seguridad de peatones y ciclistas. Su diseño -con mapeo de 78 cruces críticos, fibra óptica y sala de monitoreoquedó listo durante nuestra administración; sin embargo, duerme bajo un escritorio ministerial y sin mayor accionar desde la región. Sin esa plataforma, la electromovilidad corre el riesgo de convertirse en un caos sobre ruedas. Basta proyectar: 12 rutas nuevas, 121 buses de 10,5 metros y 28 toneladas cada uno añadiéndose al flujo actual, más los buses interurbanos que aún obstruyen el centro porque el Terrapuerto sigue infrautilizado.
En vez de exhibir cada pieza recién pintada, las autoridades deberian estar adaptando la ciudad: sincronizar cruces semaforizados, señalizar vias preferentes, delimitar zonas de sobrepaso, reforzar pasos peatonales e instalar sensores de flujo para reaccionar ante emergencias. Carabineros debe integrarse a ese tablero, con patrullajes dirigidos por datos y protocolos de contención cuando ocurra un incidente grave, como el reciente atropello fatal en El Chañar con Andacollo. Lo advertimos: sin UOCT, el colapso vial actual será apenas una pequeña pesadilla. El desembarco eléctrico exige una "operación retorno" de buses interurbanos al Terrapuerto, fiscalización de velocidad, educación vial masiva y, sobre todo, la puesta en marcha del centro de control antes del primer viaje comercial. Hoy todavía estamos a tiempo.
Mañana, cuando la congestión paralice avenidas y la ciudadanía pregunte por que nadie vio venir el desorden, no digan que no avisamos El diseño del UOCT quedó listo durante nuestra administración; sin embargo, duerme bajo un escritorio ministerial. C Columna