Columnas de Opinión: Clima, Volcanes y Vino: El Nuevo Terror del Sur
Columnas de Opinión: Clima, Volcanes y Vino: El Nuevo Terror del Sur L a Araucania, y en parEl desafío para la planificación territorial es claro: se debe profesionalizar el sector con una visión integral. No basta con plantar viñas; se necesita infraestructura de vinificación, formación en enoturismo y, sobre todo, una fuerte asociatividad.
La clave del éxito reside en tejer redes que conecten a las pequeñas bodegas de Traiguén, Purén, Victoria y Curacautin con la gastronomia local, los tour operadores interculturales y los atractivos naturales únicos de la zona, como el Parque Nacional Conguillio. Apoyar este desarrollo no es solo una cuestión gourmet. Es una estrategia inteligente de desarrollo local: diversifica la economía, fija población en el territorio rural, pone en valor la identidad cultural y ofrece al visitante una propuesta genuina y sostenible.
Beber un vino de Malleco es, en esencia, saborear el paisaje y la cultura de un sur que se reinventa con audacia y raíces profundas. ticular la provincia de IMalleco, está escribiendo un nuevocapítulo en la historia vitivinicola de Chile. No se trata de una réplica de los valles del norte, si no de la emergencia de un terror único, moldeado por un clima frío, suelos volcánicos y una identidad cultural profunda. Este fenómeno, impulsado por el cambio climático y una búsqueda global de vinos con autenticidad, se está convirtiendo en un poderoso motor para un turismo de experiencias y de arraigo local. La vitivinicultura en Malleco es una apuesta valiente. Sus veranos cálidos pero cortos, con el constante riesgo de heladas, demandan un trabajo meticuloso y artesanal. El resultado son vinos de altísima calidad, aunque de producciones limitadas: Pinot Noir de elegancia y frescura, Chardonnay con acidez vibrante y mineralidad, y espumantes que compiten con los mejores. Pero el verdadero valor no está solo en la copa, sino en el territorio que la sustenta. El desarrollo de esta incipiente industria no puede desvincularse de la planificación turística. La "Ruta del Vino de La Araucania" debe más que un circuito de bodegas. Es la puerta de entrada a una experiencia multisensorial.
Implica degustar un Gewürztraminer maridado con cordero victoriense en un restaurante de campo, conocer la cosmovisión mapuche de la mano de viñateros como los de Wuampuhue, o alojarse en una cabaña con vista a los volcanes Llaima y Villarrica después de recorrer un viñedo orgánico.. Rodrigo Travieso Landeros Secretario Corporación para el Desarrollo Turistico de La Araucania.