Grandes pintoras maulinas del siglo XX
Grandes pintoras maulinas del siglo XX Jorge Valderrama Gutiérrez En el Mes de la Mujer se debe tener presente que en la Historia de la Humanidad siempre ha existido una de ellas complementando al hombre... o a la inversa.
En otras palabras, todos los grandes logros históricos regionales, nacionales e internacionales han sido posibles exclusivamente por su participación, dado lo cual -a manera de modesto homenajeen el presente artículo se presenta una biografía de 10 connotadas pintoras ligadas a la -hoyRegión del Maule ¡ Por siglos a las mujeres no les han considerado sus méritos correspondientes! En tal contexto, al examinar el concepto mujer, se tiene que éste proviene del latín mulier, mulieres, y que sus traducciones van desde hacendosa, fiel y caritativa -tal como se describe en los Proverbios de Salomón-, hasta mundana, perdida o ramera. Asimismo, el término fémina viene de fe y minus, que literalmente significa: fe mínima. Por ende, la fe de la mujer sería "inferior" a la del hombre. En tanto, el significado etimológico de madre es medida, es decir: la madre sería la medida de todo.
A continuación, se examinará brevemente la reseña de cuatro destacadas pintoras maulinas del siglo XX, quienes con la sinergia de sus acciones han tejido, hebra a hebra, parte de la intrincada textura social que aún hoy está presente. Ellas regalaron trabajo, talento, perseverancia y entrega vocacional... valores un tanto escasos en este convulsionado y escatológico siglo XXI.
Emma Jauch Jelves Hija de padre alemán y madre chilena, nació en Empedrado, cerca de Constitución, el 11 de agosto de 1915, criándose en casa de sus abuelos nativos y entre tías solteras, alejada de sus progenitores, quienes permanecieron en el campo. Una de esas tías, de nombre Ester, le regaló el primer libro de versos del escritor Manuel Magallanes Moure. Realizó sus primeros estudios básicos en la Escuela Superior N 1 y sus humanidades en el liceo de su ciudad natal, los que finalizó en el Internado Número Tres, de Santiago. Así como la señorita Elena de la Fuente, bibliotecaria, estimuló su amor por la lectura, su maestra de Afiche, Anita Cortés, lo hizo por la pintura en la Escuela de Artes Aplicadas. En 1938 cuando estudiaba Pedagogía en Artes Plásticas en la Universidad de Chile en Santiago, su compañero de carrera, Pedro Olmos Muñoz, le dijo: "Casémonos y pololeamos después". Y aceptó la propuesta matrimonial. Pedro renunció a su trabajo en revista Ercilla y Emma al de una oficina de publicidad y juntos partieron a Buenos Aires, donde permanecerían un extenso período de casi 20 años. Emma Jauch Jelves realizando uno de sus numerosos trabajos en Duao, Iloca, década del noventa del siglo pasado. Archivo Universidad de Talca. Curicó: costa de Lipimávida. Acrílico sobre tela. Cuadro de Emma Jauch, 1996. Del libro Arte y Paisaje, Universidad de Talca. SIGUE EN LA PÁGINA 16. Grandes pintoras maulinas del siglo XX VIENE DE LA PÁGINA 15 Al comienzo se ganaron la vida en el puerto bonaerense trabajando en Diseño Gráfico, para posteriormente plasmar diferentes facetas profesionales.
Allende la cordillera no ocultó la sorpresa de encontrar en el Museo Nacional de Artes la maqueta que el escultor Auguste Rodin presentó al concurso para erigir un monumento al capitán Arturo Prat, bellísima, que recientemente el jurado chileno había rechazado.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Emma fue dibujante de la Embajada Británica en Argentina y de los diarios franceses France Nouvelle y Le Courier de La Plata, así como gerente de una fábrica de estampados de seda. Entonces eran sus amigos: Marta Brunet, Leonidas Barletta, Roberto Arlt, el doctor Castillo, Raúl Manteola, José Gálvez (cuyo pseudónimo artístico era Fantasio, popular dibujante chileno) y la escritora argentina Delia del Carril.
Con el paso del tiempo, evocaría con nostalgia aquella etapa de su vida en la que quedaron impresos en su memoria el departamento de Lavalle 357, los cafés, los restaurantes para los pucheros de amanecida en Callao, el Subte (tren subterráneo), las conversaciones con "La Hormiguita" Delia del Carril. Al igual que tantos otros escenarios y personajes. Al regresar a su patria en 1958 echó raíces en Linares, ejerciendo docencia en el Liceo de Niñas y en el Liceo Agrícola de Yerbas Buenas. Asimismo, ese año contribuyó a fundar, junto a un grupo de entusiastas creadores linarenses, el Grupo Artístico y Literario Ancoa, cuyo nombre fue tomado del río que besa la ciudad. Estaba integrado -entre otrospor el poeta Manuel Francisco Mesa Seco, el pintor Sergio Monje; el periodista Samuel Maldonado; y su marido y pintor Pedro Olmos. Obra cúlmine de esa emblemática agrupación cultural fue la inauguración, el 12 de octubre de 1966, del Museo de Arte y Artesanías de Linares.
Además, su laboriosidad intelectual plasmada en numerosos libros publicados -en prosa y verso-, la llevó a obtener numerosos primeros lugares en concursos nacionales y a ser merecedora de varias distinciones, entre ellas el premio mayor del concurso internacional de poesía Altazor en 1981, por su libro El abundante Mundo. En 1968 Víctor Carvacho auspició su primera exposición individual de pintura en Santiago, año en que también publicó Los Hermanos Versos. En 1975 escribió Noticias de Rapa Nui, obra reeditada en Bélgica. Viajera incansable, un día se encontraba en Magallanes y al siguiente en Isla de Pascua, Cuzco o Kollasuyo, Bélgica o Grecia. Hija Ilustre de Empedrado (1993) y Ciudadana Ilustre de Constitución (1994), falleció el 24 de octubre de 1998 en Linares. María Donoso Torres Hija de Manuel Donoso Espejo y Blanca Torres, María Eugenia nació en Talca el 1 de noviembre de 1927.
Descendiente de una familia aristocrática vinculada a la ciudad desde sus orígenes -a modo de ejemplo, cuando en 1692 llegó el gobernador Tomás Marín de Poveda, ya habían Donoso asentados en Talcamo y Huenchullamí-, en edad escolar ingresó al Instituto Santa Cruz a cursar sus estudios sistemáticos, estudiando desde 1945 a 1949 escultura con los maestros José Miguel Cruz y Tito González, con los cuales se aproximó al terreno del arte.
Después de haber contraído matrimonio con el abogado Jorge Meza Molina, ingresó a la Casa del Arte en 1956 para aprender dibujo y pintura con la profesora Celina Gálvez, el artista austriaco Kurt Herdan -miembro del grupo Forma y Espacioy el pintor Reinaldo Villaseñor -perteneciente a la Generación del 40-, este último considerado un guía gravitante en el ámbito de su pintura.
De igual forma, con Edda Strobel estudió esmalte sobre metal y decoración de interiores, prosiguiendo estudios de obras de arte y antigüedades en la Universidad de Chile con Luis Advis, época en la que conoció al pintor Orlando Mellado, quien fue su maestro y guía.
Asimismo, relacionando paciente y persistentemente diversos conocimientos plásticos hasta transformarse en una aventajada pintora, desde muy joven ejecutó importantes trabajos figurativos en el área de la escultura que han sido reconocidos en la Región del Maule, recibiendo encargos para confeccionar diversos monumentos en las ciudades de Talca y Cauquenes, en homenaje a figuras trascendentes de la historia. Igualmente, durante su dilatada trayectoria ha participado en exposiciones colectivas e individuales en Talca, la región y Santiago, recibiendo distinciones en salones y concursos plásticos.
Igualmente, creadora inquieta, ha indagado con perseverante interés en el ámbito del diseño, el volumen y las técnicas del esmalte sobre el metal, a la vez que su pasión por la labor de anticuaria la llevó a iniciar en 1964 un negocio de antigüedades y restauración, destacando por su activa participación y protagonismo en la implementación del Museo Religioso de la Villa Cultural Huilquilemu, del cual fue creadora y directora. En la pintura también ha tenido una activa presencia local, realizando muestras individuales en museos y universidades de Curicó, Talca y Linares, obteniendo merecidas distinciones por sus esculturas, dibujos y pinturas. Por años se ha desempeñado como docente de técnicas artísticas que ha cultivado en las universidades talquinas más importantes, al igual que en la Casa del Arte. Sus temáticas, siempre asociadas a la figura humana, tienden a una expresión depurada que se concentra en la interpretación, intentando capturar climas psicológicos a través de una marcada pureza técnica. Finalmente, expresando una fuerte carga misteriosa y nostálgica en algunas de sus obras, denotada en sus flores, bodegones y paisajes, se mantenía plenamente vigente hasta años recientes. Mercedes Correa Solar Nació en Talca el 10 de diciembre de 1927.
Hija de Luis Correa Núñez y María de los Remedios Solar Urrutia, realizó sus estudios formales en el desaparecido Instituto Santa Cruz, colegio de formación católica para niñas que se encontraba en dependencias del actual Colegio Integrado de Talca (creado en 1970 con la fusión del Instituto Santa Cruz, San Pío X y Seminario San Pelayo.
Inclinada hacia la plástica a edad muy temprana, su tío Isidoro del Solar Urrutia la motivó a introducirse en el colorido mundo de la pintura, en tanto otro pintor talquino la encaminó al lenguaje del dibujo. Sin embargo, fue en la década de 1960 cuando se concentró en el quehacer creador de manera autodidacta.
Asimismo, junto a Angélica Quintana, María Eugenia Donoso y otros creadores regionales, fue alumna de los maestros Reinaldo Villaseñor, Celina Gálvez y Kurt Herdan, en una época en que existió en Talca un compacto movimiento pictórico cuyo epicentro fue la Casa del Arte, y que se irradió a muchos pintores de la región. Posteriormente, estudió Historia del Arte con el profesor Ricardo Bindis; y pintura con Orlando Mellado. Casada con el agricultor Marcelo Etcheverry Óranos, su talentosa incursión en el ámbito pictórico la hizo acreedora desde sus inicios a diversas distinciones, galardones y reconocimientos. De esa manera, tanto en 1964 como en 1969 obtuvo primeros preMaría Eugenia Donoso, talentosa artista plástica descendiente de una familia aristocrática vinculada a la ciudad desde antes de sus orígenes. Archivo Universidad de Talca.
Obra de María Eugenia Donoso Torres, que se exhibió en 2016 en la Sala Pedro Olmos, del Museo de Arte y Artesanías de Linares.. Grandes pintoras maulinas del siglo XX mios en el Salón oficial de Artes Plásticas de Talca, y en 1970 fue reconocida con el Premio de Honor de la Universidad Católica Campus San Miguel. En la década de los setenta del siglo XX entró a estudiar Pedagogía en Artes Plásticas en la Universidad de Chile, sede Talca, pero por razones personales abandonó dichos estudios. Tras la experiencia universitaria en tiempos políticamente muy agitados, optó por transitar el camino independiente de las artes visuales. Poco tiempo después, integrando un inquieto grupo de artistas locales, formó la Academia de Pintura de la Casa del Arte en Talca. Posteriormente, en 1976, obtuvo la segunda medalla en el Primer Certamen Nacional de Artes Plásticas.
A lo anterior se anexan exitosos comentarios de la crítica especializada, convirtiéndose con el devenir de los años en socia fundadora y presidenta de la Casa del Arte, donde siempre sobresalió por su abnegación, iniciativa y perseverancia. En la citada institución de bellas artes cumplió una importante tarea desde sus orígenes, esencialmente merced a sus aportes en el campo de la pintura, ya que también dictó clases en calidad de profesora. Además, a su vera fundó la Academia de Dibujo y Pintura, ostentando los cargos de presidenta del Centro Amigos del Arte y docente del desaparecido Centro Cultural de Talca. Sus temáticas pictóricas, en un depurado estilo académico, son variadas. Entre ellas resaltan figuras humanas, objetos y flores, siendo su especialidad el paisaje campestre. Entre las técnicas creadoras que más ha cultivado se destacan la pintura al óleo y el dibujo al pastel.
Una de sus últimas muestras fue en el Instituto de Estudios Judiciales de Santiago, donde en conjunto con María Eugenia Donoso mostró el montaje titulado Mujeres del Maule que contó con una gran asistencia de público. Sus obras se encuentran en la Universidad de Talca, Universidad Católica (sede Curicó) y en el Museo de Arte y Artesanía de Linares, así como en colecciones privadas. Gaby Landeros Besoaín Nació en Curicó en 1944.
Tras efectuar sus estudios de preparatorias y humanidades en su ciudad natal, inició su trayectoria creadora 40 años más tarde: en 1984, bajo el legado educativo de los pintores Manuel Espinosa Salas y Arturo Santana Cuadra.
Producto de esa exploración, con el paso del tiempo logró desarrollar, a partir de un realismo tradicionalista, un lenguaje de ricas cromías y suaves paisajes luminosos a través de bodegones, flores, retratos, escenas costumbristas, interiores y marinas. Además, ha buscado con perseverancia el paisaje, ya que acude al lugar con sus materiales de trabajo para plasmar aquello que percibe directamente sobre la tela, tal como lo hicieron los maestros impresionistas. Al respecto, el doctor en Historia del Arte, José Hie, comentó en un diario regional, que sus "magníficos óleos nos permiten ingresar en el corazón ancestral de Chile.
De ese Chile agreste, rústico y rural que esconde tantos maravillosos rincones que la pupila observadora de la artista, ha sabido recrear en sus telas con una portentosa veracidad". En ese tenor, los expertos señalan que pinta con vigor inusitado verdes boscosos y transparentes aguas de ríos y mares, haciendo popularmente conocidas sus obras por las luces deslumbrantes y los dorados otoñales que las caracterizan, a la vez que captura, con innegable verismo, los agrisados y celestosos cielos del sur de Chile. De esa manera, acostumbraba ir a pintar goletas a Chiloé, caseríos y paisajes marinos a caletas como Angelmó, idílicos paisajes de la zona de Pucón, de Temuco y de la zona austral de Chile. No había tema que desdeñara, ni paisaje que pasara por alto su inquieto ojo pintor.
Ha participado en numerosos concursos y encuentros de arte, obteniendo importantes reconocimientos, junto con exponer individualmente sus óleos en sitios emblemáticos de la región, tales como el Museo O'Higginiano y de Bellas Artes de Talca; el Salón de Arte de la Intendencia Regional; y el Club de la Unión de Curicó.
Igualmente, perteneciente a una tradición gráfica que insiste en darle un descanso al tiempo desde la nostalgia de la luz, de las quietudes, del sabor lírico, la obra pictórica de esa creadora curicana ha sido galardonada por la Ilustre Municipalidad de Villa Alegre, la Municipalidad de Putaendo, la Sociedad Nacional de Bellas Artes y la Universidad Católica del Maule (sede Curicó). También, creó y dirigió los talleres de pintura de la Corporación Cultural de la Municipalidad de Curicó, y hasta poco dirigió su propio taller de pintura y el taller de pintura del Hogar de Cristo, a lo que se debe agregar que desde hace años ha pertenecido a la Sociedad Nacional de Bellas Artes, incorporándose frecuentemente a la iniciativa de la Universidad de Talca Pinceladas del Maule. Así, recientemente expuso en Talca su exposición Una mirada a lo nuestro, lo que le permitió itinerar sus obras a través de la Región del Maule.
Casada con Sebastián Cárcamo Ovalle y madre de tres hijos: Gaby, María Pilar y Carlos José, ha montado numerosas exposiciones individuales y colectivas en diferentes ciudades de Chile, amén de participar en concursos nacionales y efectuado una permanente actividad docente en los talleres de pintura que dirige, todo lo cual la han mantenido ocupada y plenamente vigente por más de 20 años. Escena costumbrista: Baqueanos arreando ganado en zona cordillerana. Pintura de Gaby Landeros. Cuadro Retrato. Óleo sobre tela de Mercedes Correa Solar, 50 por 34 centímetros. Pinacoteca Universidad de Talca. Pintora Mercedes Correa ejecutando uno de sus trabajos pictóricos en Constitución. Del libro Arte y Paisaje, Universidad de Talca. La artista plástica Gaby Landeros desarrolló, a partir de un realismo tradicionalista, un lenguaje de ricas cromías y suaves paisajes luminosos a través de bodegones, flores, retratos, escenas costumbristas, interiores y marinas..