CARTAS: RESPONSABILIDAD PENAL ADOLESCENTE: EL DEBATE
CARTAS: RESPONSABILIDAD PENAL ADOLESCENTE: EL DEBATE ENVIAR A: ediior@elpinguino.com RESPONSABILIDAD PENAL ADOLESCENTE: EL DEBATE Señor Director: La seguridad ciudadana seha instalado como una de las principales preocupaciones en Chile y, con ella, las propuestas para endurecer las penas y reducir la edad niinima de responsabilidad responsabilidad penal adolescente. En medio de esta discusión, voces podamenurias han impukdorebqjarlaininuputabilidadalos 13 añosysancionarcomoadultosareincidentesde 16y 17. Lalógicaes clara: más castigo, menos delito.
Sinembargo, la evidencia empírica muestra que la privación de libertad en adolescentes no logra reducir la infracción de ley y que, en la mayoría de los casos, el origen del delito se encuentra entiayectorias mascadas por abandono, pobreza estructural y exclusión sociaL Uno de los principios más citados en este debate es lareinsereión. lareinsereión. Pero, ¿puede reinsertarse alguien que nunca a realmente”dentro”del sistema social? Muchos jóvenes inflactores inflactores crecen en contextos donde la cárcel es parte del paisqjey el robo se percibe como trab4jo.
En estos barrios, la violencia, el consumo de drogasyel delito no son tmnsgresiones aisladas, sino aprendizajes normalizados desde la infancia Este “efecto barrio”no solo transnite códigos distintos a los de la sociedad mayoritaria, sino que genere flunteras difdes de cruzar, aislando aislando a quienes crecen enél y limitando su exposición a otros modelos de vida. Históricamente, como señalan Gabriel SalazaryJulio Pinto, lainfanciaenlamarginalidadnoes”nuenordeedad”enelsentido lainfanciaenlamarginalidadnoes”nuenordeedad”enelsentido le sinounsujeto que desdeteniprano aprende asobrevivir sin sistemas deprotección. Elgueto se convierteenrefugio, con sus propias leyes yjenuquias, lo que refuerza la distancia y la desconfianza hacia el resto de la sociedad. En ese contexto, el castigo picnic su efecto disuasivo: quien ha sido castigado toda su vida difidilmente teme una sanción más. Y si además encerramos a personas excluidas con otras en igual situación, el resultado más probable es reforzarlas redes delictivas. Lapregunta de fondo mes cuán duradebe serlamano de lajuslicia, sino cómo evitarque el deliro se convierta en elúnico refugio posible para niños y adolescentes.
Un camino clave es la escuela, no solo como espacio académico, sino como lugar donde es posible convivir con pares distintos, adquirirrutinas, aprender a resolver contlictos de forma no violenta y conocer mundos qjenos al propio. Sin embargo, nuestra educación aún se mide más por pruebas y promesas de futuro inciertas que por su capacidad real de inclusión.
Mientrasnoconstruyamos escuelas que otolEuensentido, pertenencia y horizontes concretos a quienes crecen en la exclusión, exclusión, seguiremos discutiendo sobre castigos más duros sin atacar la raíz del problema Endurecer penas puede serun gestopolíticopopular, perosinunaestrategiadecuidado, gestopolíticopopular, perosinunaestrategiadecuidado, inclusión y oportunidades, será solo un espejismo enel debate sobre seguridad seguridad ciudadana Dr. Luis Jiménez, Académico de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales UNAB.