EDITORIAL: Magnitud y tiempos del ajuste fiscal
EDITORIAL: Magnitud y tiempos del ajuste fiscal L a magnitud y la velocidad del recorte en el gasto público que han incluido en sus programas las candidaturas de Evelyn Matthei y José Antonio Kast se ha convertido en materia de diferencias entre ambas postulaciones.
Mientras la abanderada de Chile Vamos contempla una reducción de US$ 8 mil millones, en los cuatro años del período presidencial, el candidato del Partido Republicano plantea una poda de US$ 6 mil millonesen 18 meses. Las dos propuestas han suscitado un acalorado debate respecto de su viabilidad técnica y política.
El miércoles reciente, 24 horas antes de renunciar al cargo, el aún ministro de Hacienda, Mario Marcel, aseguró que el 85% del gasto está fijado por ley y que, por lo mismo, "no es posible hacer ajustes importantes" sólo a través de medidas administrativas.
A juicio del economista Juan José Obach, del equipo de Matthei, aunque efectivamente gran parte del gasto lo determina la ley, existe "un espacio relevante" para "cortar y reasignar"; en su opinión, el principal reto para achicar el gasto "es político, no técnico". El jefe del equipo económico de Kast, Jorge Quiroz, ha explicado que hay margen para un recorte de US$ 3.300 millones por la vía administrativa.
En una declaración a la prensa, el comando subrayó que "lo que falta no es legislación, sino decisión". El exsubsecretario de Hacienda Alejandro Micco, sin embargo, ha observado rasgos de populismo en la promesa de cercenar US$ 6 mil millones "de la noche a la mañana". Un "bazucazo" de tal envergadura, advirtió, significaría costos sociales, y efectos negativos en bienestar y crecimiento si se frenan las obras públicas.
En un informe de fines de julio, un grupo de expertos del Centro de Estudios Públicos (CEP) identificó 20 líneas de acción que permitirían "contener o reducir" el gasto fiscal en un rango de 1,03% a 1,71% del PIB al año en régimen. De acuerdo con el análisis, diez de las 20 líneas, que representan hasta el 0,97% del PIB, requieren de decisiones administrativas; las otras diez, equivalentes al 0,73% del PIB, necesitan de modificaciones legales.
En este contexto el economista jefe de Santander Chile y exasesor de Hacienda, Andrés Sansone, ha reparado en que el necesario ajuste del gasto precisa actuar de manera gradual y sobre la base de acuerdos amplios que faciliten "suavizar" el impacto "doloroso" de las medidas.
Sansone recordó el caso de la ex primera ministra del Reino Unido Liz Truss, quien en octubre de 2022 se vio obligada a renunciar, apenas 45 días después de asumir, luego de presentar un presupuesto mínimo basado en recortes de impuestos que el mercado rechazó. "Un anuncio fiscal mal calculado puede tener impactos negativos en los mercados", advirtió; para el economista, la herramienta fundamental para ordenar las cuentas fiscales es el crecimiento económico. Desde luego existe consenso en que la próxima administración estará obligada a enfrentar una racionalización del gasto público. La experiencia comparada refleja que las promesas de rebajas presupuestarias y consolidación fiscal son fáciles de anunciar, pero difíciles de cumplir debido alas múltiples presiones y la puja de intereses que enfrentan los gobiernos. La situación fiscal involucra no solo contener y reducir el gasto, sino también aumentar su calidad y eficiencia.
Este propósito exige responsabilidad y prudencia programática, y no alentar un desborde de expectativas que pueda erosionar la credibilidad presidencial. "Las promesas de rebajas presupuestarias y consolidación fiscal son fáciles de anunciar, pero difíciles de cumplir". Magnitud y tiempos del ajuste fiscal.