Sabores con futuro: la vocación que se cocina en las aulas del Colegio Santa Teresa de Osorno
Sabores con futuro: la vocación que se cocina en las aulas del Colegio Santa Teresa de Osorno HA ESPECIALTP n las cocinas del Colegio Técnico Profesional Santa Teresa de los Andes, en Osorno, no solo se hornean panes nise preparan salsas. También se cuecen sueños. Así lo vive a diario Christian Aparicio, docente de Gastronomía y testigo cercano de cómo la Educación Técnico Profesional transforma realidades, entrega herramientasy abrecaminos, incluso antes de egresar de la enseñanza media. “El campo laboral para técnicos está muy activo, especialmente en gastronomía. Siempre seestán abriendo nuevos locales y eso significa oportunidades reales para nuestros estudiantes”, señala. Dehecho, esteaño hay jóvenes que cursan cuarto medio y ya están trabajando, compatibilizandoel aula con la experiencia real en cocina. El modelo educativo del colegio combina dos primeros años científicohumanistas primero y segundo medio y, desde tercero, los estudiantes optan entre dos especialidades: Gastronomía o Atención de P: vulos. Actualmente, hay dos terceros medios en la especialidad gastronómica, y unoen párvulos. En cuarto medio, un curso de cadauna. La formación es integral, explica Aparicio. Los talleres prácticos están complementados por una sólida base teórica y un fuerte desarrollo de habilidades blandas: “Eso es lo que hace la diferencia cuando van a centros de práctica. Llegan preparados, seguros, capaces de comunicarse, de resolver problemas y trabajar enequipo.
Y eso lo valoran mucho las empresas con las que tenemos convenio”. El colegio ha generado importantes alianzas con restaurantes de la zona y también con instituciones como la ONG Canales y la sede local de INACAP. A través del Programa de Apoyo Especialidades a (PAES), impartidos por docentes externos con materiales einsumos incluidos. “Esto les permite alos chiquillos conocer técnicas más avanzadas, acceder a infraestructura de primer nivel y ampliar sus horizontes”, comenta el profesor. Para muchos, ese primer contacto con la cocina se transforma en una verdadera vocación. Christian lo dice con convicción: la Educación Técnico Profesional no solo es útil, es necesaria. “Chile necesita técnicos. Pero también necesitamos más apoyo, másvisibilidad, más inversión en infraestructura. Porque tenemos estudiantes talentosos, con muchas ganas, pero a veces las herramientas no alcanzan”. Eneste Día de la Educación Técnico Profesional, el docente hace un llamado a las empresas a involucrarse más activamente. “No se trata solo de que nosotros salgamos a buscar centros de práctica. Las empresas también deberían acercarse, conocer el potencial de estos jóvenes. Hay una oportunidad mutua ahí”. Porque lo que se cocina en estas aulas va más allá del sabor: es futuro.
Y en manos como las de Christian Aparicio, ese futuro está en buenas manos.. Christian Aparicio, docente de Gastronomía, valora el impacto real de la educación técnico profesional en la vida de los jóvenes y en el desarrollo local.