Autor: Juan Olivares Meza cronica@lidersanantonio.cl
Lluvias intensas pusieron a prueba a San Antonio con un "torbellino" y socavones
Lluvias intensas pusieron a prueba a San Antonio con un "torbellino" y socavones L a madrugada del viernes no fue tranquila en San Antonio. do el cielo se desborda. A esto se sumaron semáforos apagados y cortes eléctricos menores, situaciones que mantuvieron ocupadas a las cuadrillas municipales desde la madrugada.
La ciudad entera pareció entrar en un ensayo de resistencia, midiendo su capacidad para enfrentar fenómenos que llegan con menos aviso y más violencia que en décadas anteriores. confirmo que, solo en las últimas 24 horas, se acumularon 32,8 milímetros, elevando el total del año a 304, cifra apenas superior al promedio histórico para estas fechas, que bordea los 302 milímetros. El dato no es menor, ya que en medio de una crisis hídrica que ha marcado los últimos veranos, cada gota es oro para la tierra. El superávit de apenas 0,65 % parece una buena noticia, aunque el espejo con el año pasado recuerda que entonces había 361 milímetros a esta misma altura del calendario.
La lluvia llegó fuerte, pero todavía queda camino, y un poco de invierno, para hablar de abundancia de precipitaciones. 0 El cielo descargó 25,4 milímetros de agua en pocas horas, con ráfagas repentinas de lluvia que caían como si se vaciara un balde desde las nubes. Las calles, acostumbradas al polvo de la sequía, se vieron de pronto transformadas en espejos de agua que crecían y se desvanecían al ritmo de la tormenta. El jefe de la Oficina de Gestión de Riesgos y Emergencias de la comuna. Juan Carlos Ortiz, relató que el puerto resistió la prueba gracias a medidas preventivas. "Entregamos antes de la lluvia nailon y sacos de arena. Algunos sectores de Barros Luco se llenaron de agua, pero al bajar la intensidad tambien lo hicieron las pozas". Sin embargo, no todo quedó bajo control.
Hacia las 00:30 horas del viernes, vecinos de Barrancas reportaron un fenómeno insólito, un pequeño torbellino que arrancó la techumbre de una vivienda en calle Lautaro. "Llegamos de inmediato al lugar y, por emergencia, instalamos nailon para salir del paso de la lluvia que caía intensamente". detalló Ortiz. El viento, caprichoso y breve, dejó la marca de un fenómeno poco común con los restos de pizarrenos desperdigados por calle Lautaro. La lluvia también tuvo su propia forma de escribir cicatrices.
Dos socavones se abrieron en distintos puntos de la comuna. uno en calle Cardenal Silva Henríquez con Manuel Montt, en la Villa del Mar, del sector alto de Barrancas, y otro en la avenida Olegario Henríquez, en Llolleo.
La tierra cedió al agua, recordando que la infraestructura urbana también se resiente cuanPULSO DE LA LLUVIA Según el Centro Meteorológico y Marítimo de Valparaíso, hasta el mediodia del viernes la estación de Santo Domingo había registrado 37,4 milímetros de agua caída.
El informe pluviométrico de la región 302 milimetros de lluvia acumula la zona este invierno y el año pasado a la misma fecha habia llovido un total de 362 milímetros.. Con más de 30 milímetros de precipitaciones registradas hasta la media tarde del viernes, la ciudad puerto enfrentó una madrugada agitada con calles anegadas, el viento que voló una techumbre y socavones. 302 milimetros de lluvia acumula la zona este invierno y el año pasado a la misma fecha habia llovido un total de 362 milímetros. EN LA CALLE LAUTARO UN VIENTO ARREMOLINADO DESBARATÓ LA TECHUMBRE DE UNA VIVIENDA. UNO DE LOS SEMÁFOROS DE EL MOLO CON BARROS LUCO.