EDITORIAL: Micros, choferes y caos en la ciudad
EDITORIAL: Micros, choferes y caos en la ciudad 0 Editorial Micros, choferes y caos en la ciudad La pelea entre un bombero y un micrero es una crisis mayor: estrés y precariedad desbordan al transporte y a sus actores. aimpulsividad del comandante Patricio Brito, al trenzarse en una pelea a golpes con un chofer dela línea 602 en Reñaca, fue fulminante. La reacción del Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar fue igual de veloz: lo suspendieron de inmediato y solicitaron su renuncia, pese asu probado liderazgo durante el megaincendio que asoló Viña y Quilpué. Aunque condenable, la reacción emocional deBrito no debeanalizarse aislada: ocurre en un entorno dondeel descontrol y el estrésse han convertido en parte del paisaje cotidiano. Apenas horas después del incidente, otro chofer deltransporte público -esta vez dela línea 304 protagonizó un violento episodio, amenazando con chocar deliberadamente su bus lleno de pasajeros. Este patrón de violencia, lejos deser anecdótico, expone una realidad profundamente corrosiva: la precariedad estructural del sistema de transporte en el Gran Valparaíso está deshumanizando a quieneslo operan. El comandante Brito Los conductoresno sólo tradebió mantener la bajan sin contratos o previcompostura, sí. Pero sión: compiten: sE síen Ríe "carreras" por boletos, se la compa que. enfrentan. a hostilideraba se apresuró les, y viven con la angustia en sacrificarlo enel desueldos que dependen altar dela corrección --delazaryla velocidad. En política sin ponderar eseecosistema, el colapso ni su trayectoria ni emocionalesmásuna prolas circunstancias. dabilidad que naexcepción. Como denuncian desdesu federación, no hay horarios fijos ni condiciones laborales dignas. Y para colmo, el Estado aún les debesubsidios acumulados por cinco meses. El comandante Patricio Brito debió mantener la compostura, sí.
Pero la compañía que lideraba se apresuró en sacrificarlo en el altar de la corrección política sin ponderar ni sutrayectoria ni las circunstancias. ¿Cuántos más -choferes o voluntarios deben estallar antes de que entendamos que estamos ante un sistema enfermo? La solución no está sólo en las cámaras o cabinas segregadas, como promete el nuevo sistema. Está en dignificar a las personas detrás del volante -o dela sirena-antes de que todos terminemos pagando el precio del desgaste..