Prevención o catástrofe: lo que Chile debe hacer hoy para enfrentar una próxima ola de incendios forestales
Prevención o catástrofe: lo que Chile debe hacer hoy para enfrentar una próxima ola de incendios forestales En el marco del "Día Internacional de la Prevención de Incendios Forestales" y en un contexto en que la biodiversidad se ve amenazada por los incendios y las altas temperaturas, expertos advierten la importancia de abordar un trabajo colaborativo que fomente la resiliencia y la prevención.
POR PAULINA REYES El pasado 18 de agosto se conmemoró el "Día Internacional de la Prevención de Incendios Forestales", fecha para visibilizar el desafío global que representan estas catástrofes medioambientales, en un contexto marcado por un caluroso verano en el hemisferio norte, que ha facilitado el desarrollo de incendios masivos en países como Canadá, Estados Unidos, Grecia y, ahora último, España.
Una realidad que presagia una situación que puede ser similar para la época estival en Chile. "La temporada que viene será muy compleja, con altas temperaturas, olas de calor y condiciones extremas", asegura Ramón Figueroa, subgerente de Protección Incendios de Arauco.
Además, explican desde la empresa forestal, la naturaleza de los incendios también ha cambiado y aunque casi el 99% de ellos tiene origen humano en nuestro país, el cambio climático ha intensificado su comportamiento con temporadas más prolongadas y eventos más extremos. Frente a este contexto, expertos advierten la urgencia de enfrentar la crisis con una estrategia que involucre la colaboración y la prevención.
Desde la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Andrés Benedetto, gerente de Protección contra Incendios Forestales, señala que la prevención de ellos en el país "debe dejar de ser una acción reactiva y focalizada en infraestructuras, pasando de un rol secundario a ser parte estructural de las políticas públicas dirigidas al ámbito ambiental, estructural y de protección civil". En esa línea, insiste en que la gestión no puede esperar a que ocurra la catástrofe: "La prevención es la única estrategia sostenible frente a incendios forestales cada vez más destructivos y frecuentes.
Esto implica un cambio cultural profundo, una política pública con visión de largo plazo y un compromiso activo de toda la ciudadanía". Empresas y comunidades Pese al rol de los actores del sector público, la colaboración con las empresas forestales y las comunidades resulta vital para los expertos.
Desde Arauco sostienen que "el mejor incendio es el que nunca ocurre". La empresa ha invertido en tecnología avanzada, como 160 cámaras 360" con inteligencia artificial para detectar humo, estaciones meteorológicas, aplicaciones móviles para brigadistas y una flota aérea especializada.
Pero, más allá de la tecnología, destacan la acción comunitaria. "Un aporte clave del sector privado es la Red de Prevención Comunitaria (RPC), compuesta por casi 500 comités en 94 comunas, de los cuales Arauco apoya a 327.
Son vecinos organizados en zonas de interfaz, que junto a municipios, empresas eléctricas y el sistema de protección civil ayudan a mantener cinturones de seguridad, alertar focos y sensibilizar a la población". Desde CONAF resaltan que "en todo ámbito el trabajo público-privado es esencial para avanzar como país.
Sin duda esto toma un rol aún más trascendental cuando hablamos de prevención, mitigación y combate de incendios forestales". Por su parte, el Forest Stewardship Council* (FSC*), que reúne a empresas, gobiernos, organizaciones y comunidades en la protección de los bosques, aporta una visión concreta. Su directora ejecutiva en Chile, Regina Massai, explica que "la certificación ayuda a prevenir porque obliga a las empresas a ver de manera integral el territorio antes de trabajar en él. Esto significa evaluar los posibles impactos, identificar riesgos junto con las comunidades locales y establecer medidas concretas de control y prevención". Y destaca, al igual que Arauco, el ejemplo de RPC.
Esta articulación, impulsada por empresas certificadas FSC, se ha traducido en "una disminución sistemática de incendios, que solo en la última temporada significó una reducción del 16% respecto del período anterior", indica Massai. "No basta con acciones dispersas y sectoriales, es tarea de todos avanzar hacia un país más seguro y preparado en torno a los incendios forestales, incluyendo a otros países de Latinoamérica y el mundo", concluye la Conaf.Q.