Voces críticas alertan sobre abandono estatal y centralismo persistente
Voces críticas alertan sobre abandono estatal y centralismo persistente de manera transversal cores manifestaron preocupación por recortes en el presupuesto regional Ya van cerca de $7 mil millones en lo que va del año. Más allá del color político, todos los consejeros consultados coincidieron en algo fundamental: las regiones necesitan no solo más recursos, sino más poder real para decidir su destino.
L a Región de Ñuble vuelve a enfrentar un duro golpe financiero con un nuevo recorte presupuestario desde el nivel central que suma más de 2.500 millones de pesos, a los 4.000 millones ya restados a comienzos de año. El tema, incluso, fue ampliamente debatido por los gobernadores y gobernadoras regionales de todo el país, quienes se reunieron esta semana en Valparaíso, en el marco de su X Encuentro Nacional.
Es más, el gobernador de Ñuble, Óscar Crisóstomo, expuso ante el Ministerio del Interior los perjuicios que están viviendo las regiones a causa de los ajustes. "Hoy los recortes presupuestarios que se nos han realizado repercuten inmediatamente en los ministerios, porque lo que tuvimos que hacer muchos de nosotros es decirle a los ministerios que ya no teníamos dinero para seguir financiando los convenios que teníamos ya programados; y eso genera una situación tremendamente compleja en nuestras regiones.
Por lo tanto, yo creo que hoy tenemos una oportunidad de dar una discusión de fondo en términos de la política de descentralización que queremos, y ésa se genera con la autonomía financiera", manifestó durante el Encuentro de Gobernadores y Gobernadoras.
La situación ha encendido las alarmas entre las autoridades regionales, quienes denuncian un patrón preocupante de desfinanciamiento sistemático, falta de autonomía fiscal y una desconexión cada vez más evidente entre el centro político del país y las necesidades reales de las regiones. Los consejeros regionales Lorena Jardua y Carlos Chandía (UDI) no isabel charlín reyes icharlin@ladiscusion.cl foto: core ñuble Preocupación existe en el Consejo Regional por los recortes efectuados por el nivel central. escondieron su molestia.
Ambos coincidieron en que esta nueva rebaja representa un obstáculo grave para el desarrollo de proyectos sociales y la reactivación económica regional. "Esta nueva reducción de fondos impacta directamente la capacidad de la región para ejecutar proyectos y dinamizar su economía", afirmó Jardua. Para ella, la respuesta del gobierno debe ser más que una expresión de preocupación. Exige una gestión inteligente y prioritaria de los recursos existentes.
Chandía, presidente de la comisión de Presupuestos del CORE, no dudó en calificar la medida como una `afrenta' hacia los habitantes de Ñuble. "Es una falta de respeto hacia todos los ñublensinos y a las numerosas necesidades que, a casi siete años de la creación de la región, aún no están cubiertas", dijo. Sus palabras no solo aluden al impacto práctico del recorte, sino también al simbolismo de abandono institucional que éste representa. Más allá de las cifras, lo que preocupa a las autoridades regionales es el trasfondo político y estructural del recorte y la dependencia absoluta de las decisiones tomadas en Santiago.
La respuesta política desde los sectores más críticos, como el de Jardua, apunta a apoyar iniciativas como "Regiones más fuertes", proyecto que busca otorgar mayor autonomía en la gestión de los recursos. "Si llegamos a ser gobierno, esperamos revertir esta situación de recortes presupuestarios a las regiones más vulnerables lo antes posible", declaró con tono de promesa electoral. Socializar el problema con la ciudadanía El consejero oficialista por Punilla, Arnoldo Jiménez, también ofreció una visión crítica. "Estos recortes son una acción unilateral del centralismo. Es un juego de la Dipres con las regiones, que hace cada vez más evidente, la necesidad de lograr mayor autonomía fiscal", expresó.
Según el consejero (ind. -PR), la situación actual revela una constante regresión en la autonomía regional, una que se materializa no solo en los recortes, sino en el creciente número de condiciones, glosas y procedimientos burocráticos impuestos desde el nivel central a través de la ley anual de Presupuestos.
Jiménez no se quedó en la crítica, también propuso una hoja de ruta: socializar estos problemas con la ciudadanía, integrar a los municipios en la priorización del gasto y evitar inversiones que no reflejan las verdaderas demandas sociales. "Evitar inversiones que no son realmente demandadas por la gente, como millonarios movimientos de tierra y remodelaciones de espacios públicos que a veces parecen quedar peor de lo que eran", sentenció, reflejando una sensación de frustración compartida por muchos ciudadanos. En esa misma línea se expresó el consejero por Itata, Wilson Ponce. "Rechazo este segundo recorte presupuestario. Va a afectar significativamente a nuestra región, que ya es una de las más vulnerables del país, tal vez la más pobre", manifestó.
Ponce enfatizó que los recortes representan cerca del 10% del presupuesto anual de Ñuble, algo que, en una región con altos índices de ruralidad, pobreza y envejecimiento poblacional, puede significar la diferencia entre avanzar o retroceder. "El impacto no será menor. Buena parte del presupuesto regional se ejecuta en colaboración con ministerios y servicios nacionales. Por lo tanto, el recorte no solo limita la acción del gobierno regional, sino también la ejecución de programas claves en salud, obras públicas, fomento productivo y conectividad", aseveró.
Agregó que "esto nos va a exigir fiscalizar y cautelar el correcto uso de los recursos regionales, y priorizar aquellas iniciativas que generen empleo y mejoren la calidad de vida de las personas". Más allá del color político, todos los consejeros consultados coincidieron en algo fundamental: las regiones necesitan no solo más recursos, sino más poder real para decidir su destino. La centralización excesiva ha llevado a una administración ineficiente y ajena a la realidad del territorio, concluyeron. millones constituyen el último recorte al presupuesto del GORE Ñuble anunciado por la Dipres. Con esta cifra, ya van casi $7 mil millones menos en las arcas regionales en lo que va del año, lo que repercute en la concreción de los proyectos aprobados. $2.500.