Autor: MEDIDA EXAGERADA
Dueña de La Polloteca de Coquimbo se negó a cerrar por evacuación: «Nadie me paga la patente»
Dueña de La Polloteca de Coquimbo se negó a cerrar por evacuación: «Nadie me paga la patente» Muy enojada estaba la dueña del local de comida Pollos Asados de la calle Anibal Pinto, en la comuna de Coquimbo, al ver los pocos clientes que llegaban por sorpresa la tarde de ayer miércoles 30 de julio. «Vinieron dos veces los inspectores municipales y carabineros para decirme que tenia cerrar, entonces les dije por ningún motivo estoy dispuesta, tengo que trabajar», arremetió.
La evacuación por la alerta de tsunami provocada por el terremoto en Rusia de escala 8,8 dejó coletazos en la conurbación La SerenaCoquimbo, puntualmente con el cierre de colegios y el comercio que se vio obligado a bajar las cortinas antes de las 12 del día. Bocinazo clásico del medio día, y una alarma alaraca de tsnami. Lo cierto es que ya no se veia esa masa de gente que rodea el sector del Empalme diaramente. No hay lugar donde almorzar a mitad de semana.
En ese contexto el dato de que solo La Polloteca estaría abierta hizo que varios que le tocó trabajar, elijeran esa opción para poder "bojenar» Más de tres horas esperando en una evacuación que fue catalogada como «absurda» de parte de la dueña del local y parte de sus trabajadores. Un tren de ola que no llegó como se esperó: 1,20 metros la ola más grande en Coquimbo según la Armada, de unas tres que llegaron. Hace más de 10 años promete tener clientes fieles comiendo pollo con papas.
La señora esboza que todos sus colegas del comercio cerraron apenas vieron las patrullas fiszalizando con megáfonos, tal y como fue la información emanada por la Delegación Presidencial. « Nosotros no podemos parar, es un tarde perdida, es un dia entero perdido y la economia no está para pegarnos estos lujos». La mujer confirma que se nego a cerrar el boliche pese a las amenazas de la seguridad municipal. «Les dije con respeto que seguiria, ya que no tiene sentido, estamos muy arriba, te creo a los locales que están en el borde costero, pero no, acá se hace todo al lote, a mí nadie me paga la patente».